40 pesos le pudo haber costado su vida

Toño Aguilar.

Comitán, Chis; 04 de agosto.- “Gracias a Dios no le paso nada”, dijo el padre de Floriberto Díaz Aguilar, mientras le revisaban una herida en la cabeza que le habían ocasionado dos joven unos minutos antes durante un asalto en el periférico sur.
Y es que todo empezó cuando Floriberto, un joven taxista de 23 años, abordó a dos jóvenes más para llevarlos hasta la zona de tolerancia, al filo de la media noche del lunes.
Todo iba, pero ya casi llegando al destino indicado, uno de los dos pasajeros saco una navaja y amago a Floriberto, mientras que el otro lo obligó a detenerse al tiempo que le indicaba que les entregara todo lo llevaba.
Floriberto se vio en desventaja y decidió no oponer resistencia; los dos asaltantes tomaron todo el dinero que les entregó su víctima y lo obligaron a bajar del taxi que utiliza el número económico 0176.
“Entiérraselo, entiérraselo”, le dijo un asaltante al otro, indicándole que le clavara la navaja en el abdomen, mientras que el que daba las indicaciones, golpeo fuertemente con la cacha de una pistola a Floriberto.
“Creí que le iban a matar, pero por fortuna en eso paso un compañero y le hice señas, aparte de que se dio cuando de cómo me tenían, se bajo rápido de su taxi y corrió a ayudarme”, contó Floriberto.
Fue entonces cuando el joven taxista tomó valor y pese a la herida en la cabeza, enfrentó a uno de sus atacantes y logró detenerlo, mientras que el otro, corrió sobre un matorral para perderse, pero el taxista que llego en auxilio de su compañero, no le perdió la pista y se fue detrás de él, alcanzándolo a uno metros.
De inmediato más unidades del servicio público llegaron al lugar, y decidieron trasladar personalmente a los dos detenidos a la base de la Policía Estatal, en donde se identificaron como: José Hugo López Pérez de 17 años de edad y José Iván Hernández Vázquez de 18, ambos originarios de este municipio.
Se cree que los dos asaltantes, son los mimos que lograron asaltar a otro taxista el pasado domingo, solo que en esa ocasión, ni la organización de los transportistas, logró atraparlos.
Floriberto iba a cobrar únicamente 40 pesos por ese servicio, sin pensar que pudo haber sido el último servicio que daría.
No cabe duda que los transportistas corren un gran riesgo al abordar a cualquier tipo de persona, y sin saber siquiera, quiénes son.